Arte helado

La ciencia nos encanta, sobre todo cuando podemos tocarla y experimentar con ella. Y si, además, nos embadurnamos un poquito y podemos hacer una creación artística, ¡nos lo pasamos súper genial!  Por eso, hoy, os proponemos pintar con… ¡¡hielo!! 

¿¿Hielo?? ¿Cómo se puede pintar con hielo? Bueno…  primero tendremos que hacer que nuestras acuarelas líquidas se conviertan en hielo, en pinturas sólidas. Y después, para poder pintar con ellas, tendremos que conseguir que ese hielo de colores se vaya derritiendo poquito a poco, fundiéndose sobre nuestro papel. Es decir, jugaremos con los estados de agregación.

Toooodo lo que nos rodea es materia y esta puede encontrarse en distintos estados de agregación. Si modificamos la temperatura (o presión), podemos cambiar el estado. Lo más curioso es que ese cambio de estado no cambiará la composición de ese material. El agua seguirá siendo agua y seguirá estando compuesta de exactamente lo mismo aunque se encuentre en cualquiera de los tres estados más conocidos: sólido, líquido o gaseoso.

En la propuesta de hoy, haremos uso de nuestros conocimientos de ciencia y utilizaremos los cambios de estado como herramienta para hacer unas obras chulísimas de arte helado

Así que, preparados y preparadas porque llega nuestro ratito de ciencia divertida.

¡Comencemos!

¿Qué necesitamos?

Materiales:

  • Acuarelas, mejor si son líquidas, o colorante alimentario.
  • Agua
  • Cubitera o vasos pequeños de papel o plástico
  • Palos de polo
  • Papel de acuarela o, en su defecto, un papel grueso. 
  • Papeles con diferentes texturas y capacidad de absorción: Folios, cartulinas, papel de cocina, higiénico, algodones, cartón, etc (opcional)

Para peques más peques, las personas adultas prepararemos los cubitos con antelación, dejando que ellos y ellas entren directamente a la actividad de exploración y creación con el hielo ya preparado. Además, no está de más explicarles al comienzo de la actividad que lo que van a utilizar son pinturas congeladas y no se pueden comer, ya que podrían confundirlo con helados. 

Para los y las más mayores, es  interesante que participen en la creación de los cubitos y así puedan experimentar todo el proceso líquido/sólido/líquido; les gustará crear sus propios colores helados.

Preparativos

Buscaremos un lugar que podamos manchar y mojar, también nos pondremos ropa adecuada, para que estemos lo más cómodo posible. 

Para poder realizar esta propuesta, tendremos que preparar los cubitos de color con un día o unas cuantas horas de antelación. Para ello, seguiremos los siguientes pasos: 

  • Preparamos varias disoluciones de acuarela, de los colores que queramos utilizar. Con unos 30-50 mL de cada color es suficiente, aunque depende de la cantidad y tamaño de los cubitos que queramos crear. Si no tenemos acuarela líquida, podemos preparar la disolución utilizando acuarelas normales, disolviéndolas poquito a poco con un pincel. Las disoluciones deben quedar bastante concentradas, que se vea el color bien intenso, para que los dibujos queden bonitos. 
  • Cubrimos la cubitera con papel de aluminio, que quede bien tapada, y clavamos en cada huequito un palo de polo, intentando que quede lo más vertical posible. 
  • Si estamos utilizando vasitos de papel pequeñitos, hacemos lo mismo: los tapamos con papel de aluminio (o con tapita, si tenemos) y metemos un palo de polo en cada uno. 
  • Metemos la cubitera o los vasitos en el congelador hasta el día siguiente.

Antes de comenzar la actividad, sacaremos la cubietera del congelador. Unos 5 o 10 minutos será suficiente para que los hielitos ya estén un poquito derretidos y podamos manipularlos y pintar con ellos desde el primer momento.

¡¡Manos a la ciencia!!

Tenemos a nuestra disposición una cubitera cargada de ¡¡cubitos de hielo de colores!! Así que… ¡¡es el momento de comenzar!! 

Antes de nada, ¿qué observamos? Podemos intentar sacar los cubitos o pedir que alguien nos eche una mano. ¿Qué sentimos al tocarlo? ¿Qué ha pasado? El líquido de colores ahora es hielo, se ha congelado, ha cambiado su estado de líquido a sólido. 

Si lo deslizamos por los folios, ¿qué ocurre? ¡¡Podemos pintar!! El hielo va derritiéndose poco a poco, al templarse con la temperatura ambiente y … ¡vuelve a ser líquido! 

Disfrutemos del momento y las sensaciones, deslizando los cubitos de colores y explorando lo que va sucediendo con los cubitos.

Para seguir experimentando

Y si, en vez de papel de acuarela,  utilizamos  otros tipos de papel o materiales,  ¿qué pasará? Por ejemplo: algodón,  papel de cocina, papel higiénico, cartón, papel de aluminio…  ¿Se derriten los hielitos a la misma velocidad? ¿Absorben los materiales la acuarela por igual? 

También podremos probar a congelar nuestra mezcla de agua y pintura en diferentes recipientes, teniendo cubitos de distintas formas y tamaños.

¿Qué está pasando?

Sabemos que a nuestro alrededor hay cosas sólidas, líquidas y gaseosas. Estos tres tipos de materia en ciencia se conocen como estados, o estados de agregación.

Toda la materia –tú, yo, la mesa, el agua, la madera…  incluso el aire-, está formada por unas partículas muy muy pequeñas: los átomos. Algunas veces, varios átomos se unen en unidades pequeñas que se denominan moléculas. Por ejemplo, las moléculas de agua están formadas por tres átomos: dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

Para formar la materia, los átomos y las moléculas se unen entre sí por enlaces, que son una especie de pegamento que los mantiene unidos y les limita un poquito el movimiento. A veces se unen por enlaces muy fuertes y es lo que da lugar a un sólido. Los líquidos y gases están formados por moléculas que también forman enlaces entre sí, pero no son tan fuertes, es un “pegamento” más débil. Por eso pueden adoptar formas y fluir. 

Ahora, os contaremos el secreto del hielo que pinta. Las disoluciones de acuarela que utilizamos están formadas mayoritariamente por agua (y un poquito de colorante). Cuando están en estado líquido, las moléculas de agua están unidas entre sí por enlaces débiles, que permiten que el agua fluya, que pueda adaptarse a la forma del recipiente en el que se encuentra.  

Cuando metemos la acuarela en el congelador, el agua empieza a enfriarse y las moléculas van poco a poco perdiendo movilidad (disminuye su agitación térmica) y cada vez les cuesta más fluir. Entonces empiezan a ordenarse en el espacio, formando una estructura cristalina con enlaces más fuertes: forma cristales de hielo, agua sólida.  

Cuando sacamos los cubitos del congelador y empezamos a deslizarlos por el papel, el hielo poco a poco se va calentando, absorbiendo energía, que hace que las moléculas puedan moverse más fácilmente unas con respecto a otras (aumenta su agitación térmica), fluir nuevamente. 

Por cierto, ¿sabías que el hielo es un mineral?

La Universidad para peques/ Universidá pa guah.es / Children’s University es un proyecto de la Universidad de Oviedo, que cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia e Innovación, Caja Rural de Asturias y Lacera.